Empecé a usar Pentasa Injection aproximadamente un año después de haber empezado a tomar Pentasa en forma de pastillas.

La pastilla Pentasa funcionó durante un tiempo, pero después de un brote se hizo más difícil deshacerse de mis síntomas.

Mi colitis ulcerosa era de tipo rectal, por lo que mi médico decidió empezar a administrarme Pentasa inyectable porque podía ser difícil que la tableta Pentasa llegara a la zona afectada.

Al principio, me tumbaba en la habitación de estilo japonés para hacer la colonización, pero me parecía una afrenta a mi dignidad como ser humano [risas], así que cambié a hacerlo en la bañera. Solía tumbarme en el lavabo, no en la bañera, y echarme una ducha caliente sobre el estómago mientras me colonizaba. A menudo tenía un movimiento intestinal inmediato, pero me sentía algo mejor cuando la ducha caliente estaba en mi estómago.

Se utilizó vaselina al introducir los recipientes en el ano. Al principio usaba champú para el cuerpo y otros productos, pero cambié a la vaselina porque me dolía bastante el ano.

Si no defecaba antes de inyectarme, lo hacía en cuanto me inyectaba y defecaba todo el principio activo de Pentasa, así que me bañaba justo antes de acostarme y me inyectaba. Incluso entonces, alrededor de un 20% de las veces, tenía una defecación de inmediato y tenía que sacarlo todo, lo que era una experiencia dolorosa.

Ahora no utilizo las deposiciones intravenosas porque los síntomas están casi completamente controlados con «Indigo naturalis». El mero hecho de poder alejarme de la Pentasa intravenosa me hace sentir que he recuperado mi vida humana.

No quiero volver a usarlo.