En muchos municipios, los pacientes con un certificado de beneficiario para una enfermedad específica suelen recibir una paga de simpatía además de sus gastos médicos.
En mi caso, mi ayuntamiento tuvo la amabilidad de expedirme un certificado de beneficiario y, al mismo tiempo, me orientó en el proceso de percepción de la prestación de pago por solidaridad.
En la ciudad donde vivo, la prestación anual es de 30.000 yenes. Me permitieron utilizarlo para comprar mis propios alimentos y suplementos.
Si no recibe la prestación, búsquela en la página web de su ayuntamiento o póngase en contacto con el departamento de asistencia social.
En mi caso, gracias a «Indigo naturalis», me he soltado tanto que puede que la próxima vez no consiga un certificado de beneficiario.